Dios es el viejo pascuero

En estas fechas solemos comprar regalos, dar regalos, y recibir otros cuantos. El regalo es la base de la Navidad moderna, y sin regalo quizás, en nuestra cultura occidental, no hay Navidad.

Este punto suele ser muy criticado. Pero es una de las pocas estaciones del año en que el materialismo de nuestra sociedad se enfoca en un otro, en un tercero. En nuestra familia, en nuestros amigos.

La verdad es que la navidad viene de Natividad, que significa nacimiento. Es el nacimiento de Jesus. Celebramos que Dios nos dio el regalo más grande que ha recibido la humanidad, que es cuando entregó a su hijo, para que la humanidad conociera a Dios, nos entregó un puente, que es Jesús. Entonces cada año Dios vuelve a celebrar la navidad. Nos vuelve a dar un regalo hermoso.

Dios es el verdadero viejo pascuero. No necesita renos, aunque podría tenerlos. No requiere una barba blanca larga, aunque quizás, después de tantos años vivo ya la tenga. No necesita un traje rojo, aunque su amor es como el vino, y su sangre roja carmesí. Dios es el viejo pascuero, porque nos entregó el regalo más grande del mundo, y que nadie más podría entregar. Nos entregó a su único hijo, puro y perfecto, blanco, sublime, y sin mancha, para crear un puente entre una humanidad caída y herida por la maldad, y un Dios perfecto y glorioso. Dios nos regaló a su hijo, para que todo el que reciba este regalo, pueda recibir también gratuitamente el regalo eterno, de conocer a Dios Padre, y vivir con Él para siempre en su reino. Dios es el viejo pascuero real. Oli out.